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lunes, 14 de abril de 2008

Descubren un escarabajo siembra bellotas

Se conocían escarabajos coprófagos que arrastraban bolas de heces, pero no que lo hicieran con ningún fruto. Investigadores españoles han encontrado un coleóptero que rueda bellotas y las entierra a medio comer, lo que facilita la germinación de las semillas.

"Es algo completamente nuevo", comenta Jorge Lobo, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (del Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y uno de los descubridores, en colaboración con la Universidad de Alicante, de este escarabajo tan ligado a las bellotas en el Parque Natural de los Alcornocales (Cádiz). "Lo que nos resulta más curioso es no que haya sido descubierto hasta ahora".

El insecto en cuestión es el Thorectes lusitanicus y constituye la primera especie de coleóptero conocida capaz de arrastrar, consumir y enterrar las bellotas de las diferentes variedades de Quercus, como alcornoques, encinas o robles. En realidad, se trata de un escarabajo coprófago de los que rueda con sus pequeñas patas bolas de heces de animales más grandes. Pero, como explica Lobo, los estudios de campo han demostrado que tiene preferencia por las bellotas y en especial por las de alcornoque.

Estos escarabajos ruedan estos frutos del doble de su tamaño con sus patas delanteras y una vez enterrados se alimentan con ellos, e incluso pueden refugiarse en su interior. Lo más interesante es que, a diferencia de la mayoría de animales que consumen bellotas, no las devoran por completo y comienzan a comerlas por la parte más alejada del embrión, lo que ayuda a la superviviencia y germinación de la semilla.

'Pasión' por las bellotas

Hasta qué punto resulta importante esta relación ecológica entre el escarabajo y las semillas es una de las preguntas que se hacen ahora los investigadores. "Lo que debemos investigar es qué porcentaje de estas bellotas enterradas por los escarabajos son capaces de generar nuevas plántulas", detalla el científico.

Los investigadores piensan que la explicación de esta preferencia por las bellotas es su alto contenido en ácidos grasos esenciales. "Es una de las pocas especies que utiliza esos ácidos grasos para controlar su temperatura", comenta Lobo. "El consumo de bellotas de finales del otoño y el invierno está probablemente relacionado con la hibernación, la producción ovárica y el desarrollo de la especie".

Este escarabajo es una de las 43 especies del género Thorectes, un género endémico (que sólo vive) en el sur de la Península Ibérica y el norte de África. Según Lobo, que acaba de estar hace poco en Marruecos buscando otras especies que tengan el mismo comportamiento, ya saben de al menos otras dos de este mismo género que pueden compartir esta 'pasión' por las bellotas.

enlace a la web http://www.soitu.es/soitu/2008/04/11/medioambiente/1207905877_107719.html
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