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martes, 29 de diciembre de 2009

ATENTADO ECOLÓGICO EN PARLA-ESTE

El enorme desarrollo urbanístico de Parla-Este, al sur de Madrid, al margen de su diseño inicial ya rancio y caduco según los conceptos del urbanismo contemporáneo, ha estado condenado desde su nacimiento a ser una especie de desfasada ciudad dormitorio, fácilmente perceptible a simple vista por parámetros tan fundamentales como: los flujos de salida y entrada de coches -siempre intensísimos a primeras y últimas horas del día-, la inexistencia de empleos ni empresas en la zona, sin accesos directos de entrada y salida a las autovías, escasísima presencia de gente en las calles, falta de establecimientos comerciales de calidad y un precario transporte público que se limita a un tranvía urbano y a un autobús que cada media hora une Madrid con Parla. A esta manifiesta realidad en el funcionamiento de un ámbito urbano plagado de carencias, sin duda han contribuido la falta de infraestructuras y servicios de todo tipo que lastran de manera especial la dinámica cotidiana de esta parte del mundo. No podía ser de otro modo tratándose de un municipio con un estigma tan peyorativo y ganado a pulso por méritos propios como es el caso de Parla.

Uno de los más evidentes signos de abandono del barrio de Parla-Este era, hasta la infamia medioambiental perpetrada ahora, la ausencia de vegetación en gran parte de las zonas verdes destinadas a ajardinamientos. Un hecho de por sí remarcable porque en cualquier desarrollo urbanístico, la vegetación de las zonas comunes se va plantando paulatinamente según se van encontrando disponibles los márgenes de las vías de comunicación y los espacios comunes, o al concluir la construcción de cada edificio o grupo de ellos, sector, manzana, etc. con lo cual a los pocos años ya existe una cobertura vegetal consistente y enraizada.

Nada de eso sucedió en Parla-Este. Tan sólo hace casi dos años, se habían plantado los primeros árboles de porte notable en algunos alcorques de ciertas zonas del barrio y, a fecha de hoy, aproximadamente la mitad de esos árboles ya han muerto. El resto de las futuras zonas verdes permanecía como un erial donde los perros abonaban el terreno a sus anchas.

Pero es que en consonancia con esta desidia y abandono de las zonas verdes, en el resto de las calles, parques y plazas de Parla la situación es incluso mucho peor y pruebas no faltan en casi cualquier rincón del municipio: desde centenares de olivos muertos por abandono, alcorques vacíos desde hace décadas, árboles secos que permanecen en el mismo sitio sin reponer desde hace muchos años, adoquines verdes tapando parterres, adoquinado de alcorques, árboles que jamás se podan, inmensas praderas de césped, gigantesco gasto humano y económico en florecillas que apenas duran una semana, etc.

Desde hace ya muchos años ha evolucionado el concepto de zonas verdes en ámbitos urbanos hacia diseños de parques y jardines con especies xerófilas, autóctonas y arbustivas que aportan frondosidad, consistencia y diversidad botánica en vez de las pobres, delicadas y carísimas praderas de césped y árboles exóticos. Así que lo más previsible, fácil y barato era que en esas presuntas y futuras zonas verdes de Parla-Este fueran plantados árboles y vegetación arbustiva adaptada a las características geográficas del entorno, con un reducido mantenimiento tanto en el consumo de agua como en mano de obra y resistentes al incivismo ciudadano.

Cuando se colocaron los carteles de la empresa constructora alusivos al comienzo de las obras de ajardinamiento de Parla-Este, con un astronómico presupuesto de 2.621.379 euros, la primera impresión fue de satisfacción generalizada tras todos estos años de desolación medioambiental en el barrio.

Craso error tratándose del Ayuntamiento de Parla, un verdadero Atila medioambiental, con unos antecedentes para echarse a temblar y salir corriendo a tenor de la aberrante política medioambiental municipal y el calamitoso y degradado estado de prácticamente todas las zonas verdes del municipio.

Cuando al comienzo de estas obras empezaron a surgir las primeras voces de alarma y sorpresa era difícil creer en semejante barbaridad. Todos los grandes parterres de las avenidas estaban siendo enterrados en toneladas de cemento, que posteriormente sería forrado de césped artificial, dejando dos ridículos agujeros en cada parterre para plantar costosísimas y frágiles palmeras. El Ayuntamiento de Parla entiende que ajardinar significa sepultar bajo toneladas de cemento todo vestigio de naturaleza.

Y así poco a poco se fueron cementando la totalidad de las posibles zonas verdes de las calles de Parla-Este. Tras este colosal despilfarro económico y aberrante atentado medioambiental, el escenario resultante es apocalíptico, las calles transmiten una desazón y penuria extremas, efecto que se potenciará cuando la ridiculez del césped artifical y las palmeras conformen el paisaje vegetal de Parla-Este.

Consultado al Colegio de Arquitectos de Madrid, no existe constancia anterior de ninguna barbarie similar. Al igual que buscando referencias y documentación en otros anuarios de arquitectura y urbanismo, tampoco se había ejecutado hasta la fecha en ninguna parte semejante aberración paisajística y medioambiental. Esta vez el Ayuntamiento de Parla se ha superado a sí mismo. A nadie en el planeta se le había ocurrido semejante esperpento y bochornoso concepto de lo que se entiende por una zona verde. Décadas de desastres urbanísticos en Parla quedan empequeñecidos ante este nuevo hito del horror urbanístico.

Y pensar que en el siglo VI antes de Cristo se construyeron los jardines colgantes de Babilonia, que hace seiscientos años los árabes realizaron los magníficos jardines de la Alhambra y el Generalife, y que los grandiosos jardines de Versalles datan de 1670.


Parla (Madrid)








3 comentarios:

  1. considero que lo que pasais por ahi es algo desesperanzador por que nosotros aqui en el nuevo mundo donde hemos tenido hasta hace 50 años atras,inmensos boeques y ahora estamos casi en un desierto deforestacion como si hubiesemos llegado a una locura colectiva personas que talan arboles para convertirlos en carbon y para utilizarlos en industrias,panaderias ecetera y arroyos y calles con aguas servidas por doquier algunas con canaletas y sucias bien para que a vosotros no se les caiga el alma por aqui tambien tenemos descendientes de bruto que esto les sirva de aliento para que sigais trabajando por nuestro querido planeta kilojuez@hotmail.com desde la querida ciudad de luque asuncion paraguay

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  2. bien amantes de nuestro querido planeta estoy de nuevo en el sistema solo que he tenido que cambiar de direccion de correo hoy estoy en kilojuez1@hotmail.com pero como veis aun desde aquel ultimo comentario nuestro planeta no ha mejorado ni siquiera nuestros nuestras autoridades aun en la lucha interna por poderes de posicionamiento dentro de cada pais para seguir mintiendo sin siquiera tener un pequeño interes de cuidar nuestro medio ambiente es tanto que hoy creo que somos en mayoria el cancer de nuestro planeta por que aun seguimos consumiendo sin descaro nuestro pulmon que son los arboles bien esto no es para ponerlos sin alientos ni fe que aun estamos a tiempo para cambiar con amor y afecto sin llegar si es posible nunca a la violencia.

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  3. cualquier comentario espero en kilojuez1@hotmail.com como dije anteriormente aun seguimos siendo como el cancer que lo ataca hasta matar al cuepo humano aun no hemos madurado espiritualmente para darnos cuenta de esta situacion

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