La Consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz dedica todo su empeño en allanar el camino a la empresa Tres Provincias para que, con su mastodóntico proyecto de ocio invernal de masas, invada el corazón de uno de los espacios naturales mejor conservados de la Cordillera Cantábrica.
La Junta de Castilla y León, por boca de su vicepresidenta primera y Consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, lleva varias semanas aireando a los cuatro vientos que si no es por las buenas, la estación de San Glorio se construirá por las malas.
Concretamente la titular de Medio Ambiente ha afirmado que en fechas próximas serán publicadas en el BOCyL las Directrices de Ordenación del Territorio de la Montaña Central Cantábrica, “marco legal imprescindible para el desarrollo de la futura estación de San Glorio”. Una vez cubierto este trámite y habiendo superado la fase de información pública y de alegaciones, se procederá a “declarar el interés general y regional del proyecto de San Glorio”. En este momento, Tres Provincias, ”única empresa que hasta ahora ha expresado su interés en construir la estación”, podrá, por fin, presentar su proyecto. Solamente se le ha faltado decir, que, por supuesto, el proyecto contará con la aprobación inequívoca de la institución autonómica.
Lo que ha olvidado mencionar la vicepresidenta de la Junta son las tres sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que, una tras otra, con una rotundidad meridiana, han anulado la primera triquiñuela administrativa de la Junta de Castilla y León, claramente tendente a favorecer el proyecto de la empresa privada Tres Provincias:
desproteger un espacio protegido de cuya conservación, ella misma, es garante.
Tampoco ha recordado la Consejera de Medio Ambiente que el famoso proyecto de San Glorio pretende desarrollarse íntegramente en el corazón de un Parque Regional, máxima figura de protección de carácter autonómico, y de un Parque Natural, cuya custodia y preservación forman parte de la competencia y obligación básica encomendada al departamento de la que es titular.
De su memoria se ha borrado también que el proyecto tropieza frontalmente con Planes de Recuperación de especies en Peligro de Extinción, también competencia de la Consejería que preside.
Tampoco alude a ninguno de los numerosos informes que ponen en entredicho la viabilidad económica de este tipo de instalaciones, incluso en latitudes más norteñas. Baste recordar las conclusiones del último Congreso Mundial de Turismo de Nieve, celebrado hace aproximadamente un año en Andorra, o las del informe de 2007 de la OCDE titulado Climate Change in the European Alps, que apuntan muy malas perspectivas para las estaciones de esquí de escasa altitud y baja latitud.
En definitiva, que menos a lo que verdaderamente constituye su competencia, la Consejera de Medio Ambiente, dedica todo su empeño en allanar el camino a la empresa Tres Provincias para que, con su mastodóntico proyecto de ocio invernal de masas, invada el corazón de uno de los espacios naturales mejor conservados de la Cordillera Cantábrica.
Por todo ello, témome, querido Sancho, que lo que a tus ojos se presenta no son tozudeces, sino más bien una falta, a sabiendas, a la obligación del cargo desempeñado.
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